Miles de personas se manifestaron para protestar por la gestión que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez está haciendo de la pandemia de coronavirus.
MADRID, España.- El partido de ultraderecha Vox, tercera fuerza política en el Parlamento español, sacó este sábado a la calle a miles de personas en numerosas ciudades españolas para protestar por la gestión que el Gobierno de coalición de izquierda hace de la pandemia del coronavirus, y exigir el fin de la limitación de movimientos impuesta por el Ejecutivo para frenar la enfermedad.
Vox, que nació como partido en 2013, vivió sus primeros años sin mucha presencia pública, pero irrumpió con fuerza en el escenario político español en 2018, en plena crisis política por el desafío independentista en Cataluña y la moción de censura al Gobierno conservador del Partido Popular, por escándalos de corrupción .
Con este caldo de cultivo, en las elecciones generales de abril 2019, Vox consiguió entrar en el Congreso, con 24 diputados de los 350 de la Cámara, mientras que el conservador Partido Popular obtenía los peores resultados de su historia, con 66 escaños.
La ultraderecha volvía al Parlamento español por primera vez desde 1982, ya que entonces desaparecieron los partidos vinculados con el franquismo o la falange, ideología que sostuvo a la dictadura, y sus partidarios se quedaron sin referencia política, con el PP como único refugio.
Durante décadas la ultraderecha española estuvo ausente del escenario político, mientras esta ideología resurgía en Europa, con casos como el Frente Nacional de Francia o la Liga en Italia.
Pero en la segunda década del siglo XXI, Vox irrumpió con una generación de líderes jóvenes y un discurso centrado en la defensa de la unidad de España frente a los nacionalistas, el rechazo a la inmigración, sobre todo la procedente de África, y la promoción de la familia y las libertades individuales, así como su rechazo a la realidad de la violencia de género.
Desde entonces su ascenso no paró y en plena inestabilidad política nacional con la repetición de elecciones de noviembre de 2019, consiguió mejorar tanto sus resultados que se convirtió en tercera fuerza parlamentaria, con 52 diputados y casi un millón de votos más.
Liderado por Santiago Abascal, antiguo militante del PP, el partido ha conseguido situar en primera línea del debate político sus mensajes, centrados en la unidad de España frente al nacionalismo y en despreciar al gobierno español, al que califica de “social-comunista” y le niega la legitimidad.
Pero a estos dos argumentos sumó en los últimos meses su oposición a la gestión que está haciendo el Ejecutivo -una coalición entre el partido socialista y el grupo de izquierda Unidas Podemos- de la pandemia del coronavirus, y lo acusa de coartar las libertades de los ciudadanos y de ser el responsable de “miles de muertos”.
“El Gobierno social comunista debe escuchar el clamor de los españoles pidiendo libertad”, escribía Abascal esta semana en Twitter, desde donde alentaba las careloradas que se están produciendo en España estos días y en la que también están presentes grupos neonazis.
El discurso duro y directo de Vox ha contagiado a la dirección del PP, que también ha endurecido el lenguaje en su oposición al Ejecutivo.
EFE.